Tejo junto a la iglesia de San Lorenzo de Periedo
El tejo (Taxus baccata) se encuentra en Periedo, en la parte posterior de la Iglesia de San Lorenzo. Está incluido en el catálogo de árboles singulares de Cantabria.
Los tejos han sido considerados como árboles sagrados por parte de los celtas y se han plantado durante siglos junto a iglesias y cementerios. El follaje y las semillas son altamente tóxicas. Ante la invasión romana, los cántabros preferían suicidarse con el veneno extraído de las hojas de tejo que ser esclavizados. También así sacrificaban a los ancianos no aptos para la guerra. Esta circunstancia ha influido sin duda en la mitificación de este árbol milenario, ligado al indómito carácter de los cántabros.
Debido al interés de su madera para la ebanistería, fuerte y de veta fina, ha sido siempre muy cotizado. Ante la incipiente desaparición a la que estaba expuesto, fue declarado especie forestal protegida en el BOC del 13 de marzo de 1986.
Se trata de un árbol perennifolio, muy longevo pero de crecimiento lento que puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura. En Cantabria no suele superar los 15 metros. Concretamente el de Periedo tiene 4 metros de perímetro y 10 metros de altura, es varias veces centenario y goza de un excelente estado de conservación.
Sus ramas están retorcidas y sus hojas, de color verde oscuro por el haz y más amarillento por el envés, son aciculares y persistentes. La corteza es rojiza y bastante escamosa de comportamiento similar a las capas de una cebolla. Su fruto es una baya de un atractivo color escarlata.
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