Palacio de los Haces

Museo de La Naturaleza

Este singular museo, ubicado en una casa-palacio del siglo XVIII en Carrejo, muy próximo a Cabezón de la Sal, muestra de manera didáctica y amena los diferentes paisajes y ecosistemas de Cantabria. Custodia también una colección espectacular de mariposas de todo el mundo o la escultura Lobo de Okuda.

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Horario de apertura.

El Museo de la Naturaleza está abierto desde 1984, siendo su objetivo principal el transmitir a los visitantes los valores y el amor por la naturaleza. Además de poder contemplar la exposición, el visitante contará con el añadido de disfrutar de la arquitectura tradicional cántabra de este edificio.

La exposición permanente consta de una gran variedad de animales disecados, mapas, fósiles, dioramas, minerales, especies vegetales maquetas, etc., todo ello ligado a especies y espacios de Cantabria, que se complementa con la recreación en el jardín de los cinco principales ecosistemas de Cantabria: el encinar costero, el alcornocal, el rebollar, el bosque atlántico y el bosque de ribera. Todo expuesto de una manera didáctica y divertida.

Cabe destacar la interesantísima colección de mariposas de todo el mundo, que se encuentra en la antigua capilla.

El museo cuenta con ascensor y acceso habilitado para minusválidos.

Más información.

Palacio de los Haces

Un magnifico Palacio de segunda mitad del siglo XVIII, sede del Museo de La Naturaleza, promovido por D. Juan Igareda Barreda Gayón y Dª. Ana de Cos y Hoyos, construido en piedra de mampostería con sillería en la fachada principal, esquinales, cornisas y huecos de los vanos, restaurado en 1988. De planta rectangular con capilla-torre privada adosada con dos alturas más altillo y cubierta a doble vertiente (excepto en la capilla). Se trata de un edificio con categoría de Bien de Interés Cultural de Cantabria desde 1985.

La fachada principal presenta las características propias de la casona montañesa pero con una ornamentación más propia de un palacio.

En la planta baja encontramos un soportal cerrado por seis arcos de medio punto con pilastras rehundidas, cinco de los cuales dan a la fachada principal y otro a la fachada oeste.

Como elemento decorativo singular destaca el cajeado de la piedra a modo de columna, separando cada uno de los arcos, el cual se distribuye como si de una prolongación de la pilastra se tratase, rematándose en la parte superior con unos singulares capiteles rehundidos.

En la segunda planta destaca una solana corrida que recorre la fachada, con balaustrada y apoyabrazos de hierro, que descansa sobre una cornisa de piedra la cual a su vez descansa sobre pequeños canecillos de piedra. En la misma solana se abren cuatro puertas y dos ventanas adinteladas y enmarcadas por pilastras rehundidas. Rematando el conjunto destaca una moldura quebrada en torno a las vigas que sostienen el amplio alero que cubre la solana.

Los muros cortavientos, tal y como suele ser habitual en las casonas montañesas sobresalen sobre la fachada, estando en este caso el del lado izquierdo integrado en el muro de la capilla. En la parte superior del hastial derecho destaca el escudo de armas de Barreda, Cos y Gayón.

La torre capilla, es de planta rectangular con una cubierta a cuatro aguas. Está íntegramente construida en piedra de mampostería revocada, con sillares en los esquinales, huecos de los vanos y demás elementos ornamentales. El cuerpo principal presenta las características propias de las torres sobresaliendo un cuerpo por encima del resto del conjunto. Rematando el tejado hay cuatro bolas herrerianas –una en cada esquina– y una espadaña barroca con tronera simple.

Adosado al muro este de la torre capilla se levanta una sacristía de un cuerpo de altura y cubierta a tres aguas. En el interior de la capilla destacan los techos abovedados con bóvedas de terceletes, frente al ábside destaca una tribuna que en su origen era utilizada por los señores para oír misa sin tener que mezclarse con otros asistentes.

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